La importancia de utilizar nutrimentos de alta calidad
Aunque en nuestro país, el uso de las medicinas alternativas y complementarias no es nada nuevo; a nivel internacional su demanda por parte del público doliente ha aumentado en forma exponencial en los últimos años. La revista de la asociación médica americana (JAMA) es en la actualidad la más ortodoxa y reconocida dentro de la medicina convencional en todo el mundo. Pues bien, toda la edición del número de JAMA publicada el 11 de Noviembre de 1998 fue dedicada exclusivamente al tema de la medicina alternativa. El artículo más importante de esta edición fue escrito por el Dr. David Eisenberg de Berth Israel Deaconess Medical Center y trata del seguimiento de un estudio realizado por él mismo en 1993 acerca del porcentaje de pacientes americanos que recurren para su tratamiento a la medicina alternativa.
En Europa, las medicinas alternativas son muy bien respetadas, cuya población recurre a ellas, entre el 20 y el 50 %. En Australia, el 48 % de la población hace lo mismo. En los EE.UU. no lo eran, hasta que un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, demostró que en el año de 1990, uno de cada 3 americanos recurrían a las medicinas alternativas. Es decir, se estima que hubo 425 millones de visitas a los consultorios alternativos, sobrepasando las consultas a los médicos de cuidado de primer nivel. Se demostró que no era, ni por ignorancia, ni por ahorrarse dinero, sino que los pacientes recurrían a las medicinas alternativas porque notaban una mejoría más sostenida. Y tampoco era por ahorrar dinero ya que a pesar de contar con el seguro médico que normalmente paga por los gastos médicos ortodoxos, la gente prefirió desembolsar de su propio bolsillo y en aquel año, se gastaron aproximadamente catorce mil millones de dólares.
Han incrementado su uso de las terapias alternativas
Ahora bien, este nuevo sondeo descubrió que los ciudadanos americanos han incrementado su uso de las terapias alternativas al 47 % entre 1990 y 1997. En 1997, cuatro de cada 10 adultos americanos utilizó alguna forma de medicinas alternativas, incluyendo medicina herbolaria, masaje, megavitaminas y homeopatía. Además, los pacientes hicieron muchas más visitas a los practicantes de la medicina alternativa que a los médicos de cuidados primarios; una estimación de 629 millones contra 386 millones de visitas. Durante el período de 7 años entre los 2 estudios del Dr. Eisenberg, el uso de los remedios herbolarios aumentó en un 380 % y las altas dosis de vitaminas aumentaron en un 130 % (Trends in Alternative Medicine use in the United States 1990-1997, JAMA, 1998;280:156-1575). Se consideran que todos estos pacientes gastaron aproximadamente $ 27 mil millones de dólares.
Afortunadamente para los pacientes, cada vez son más las compañías de seguros que ya manejan planes de seguro que cubren estas terapias alternativas. En Gran Bretaña hay aproximadamente 40,000 practicantes de medicina alternativa contra 36,200 médicos familiares. En el país más desarrollado del planeta, cada día son más las universidades públicas que ofrecen cursos de medicinas complementarias, incluyendo el Centro para la Educación y la Investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. En un estudio realizado por la Oficina de Desarrollo Educacional de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y publicado el 2 de Septiembre de 1998 (Courses involving complementary and alternative medicine at US medical schools, JAMA 1998;(9)280:784-787, Wetzel MS, Eisenberg DM) se demostró que de las 125 escuelas de medicina en los EE.UU., 75 de ellas ofrecen cursos electivos sobre medicinas alternativas. De los 123 cursos ofrecidos, 38 cursos son ofrecidos por los departamentos de medicina familiar y 14 cursos son ofrecidos por los departamentos de medicina interna.
Los mejores hospitales ofrecen programas de tratamiento con medicina alternativa
Ahora bien, los pacientes americanos se sienten más satisfechos con la medicina alternativa ya que 3 de los mejores hospitales ofrecen programas de tratamiento con medicina alternativa; el Centro de Cuidado a la Salud de la Universidad de Pennsylvania, el Centro de Cáncer Fox Chase y el Hospital Universitario Thomas Jefferson (masaje, homeopatía y herbolaria). Por otro lado, un anuncio dice literalmente; «Cancer Treatment Centers of America es el único grupo de hospitales en el país en los cuales, los doctores de medicina naturopática trabajan lado a lado con los oncólogos como una parte integral de su equipo de tratamiento contra le cáncer». En 1992 se creó la Oficina de Medicina Alternativa como parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en los EE.UU. gozando de un presupuesto de tan sólo $ 2 millones de dólares. El 21 de Octubre de 1998 esta oficina se convirtió en el Centro Nacional para la Medicina Alternativa y Complementaria (NCCAM) cuyas funciones son la de facilitar y la de conducir investigación biomédica, contando hoy día con un presupuesto de $ 20 millones de dólares.
Investigación en medicinas alternativas en áreas de enfermedades
En la actualidad, existen 12 centros del NCCAM que realizan investigación en medicinas alternativas en áreas de enfermedades específicas. En América Latina, la Universidad de Guadalajara fue la pionera en esta área desde 1985 cuando empezó a ofrecer seminarios y diplomados en medicina alternativa. Por primera vez en la historia, una revista médica americana ha publicado una investigación sobre medicina homeopática. La edición de Mayo de Pediatría (la revista de la Academia Americana de Pediatría) publicó un estudio controlado con placebo, doble ciego sobre el tratamiento homeopático de la diarrea aguda en la niñez (Jacobs J., Jiménez LM, et al: Treatment of acute childhood diarrhea with homeopathic medicine: A randomized clinical trial in Nicaragua, Pediatrics 93: 719-25, 1994). Este estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Guadalajara y la Universidad de Washington. En 1996 se publicó un gran libro titulado Medicina Alternativa; la guía definitiva. Dicho compendio contiene más de 1,100 páginas y fue escrito por 380 galenos de todo el mundo. El único médico invitado para colaborar como parte del comité editorial en México, fue un doctor de la Universidad de Guadalajara.