Un daño en el sistema inmunológico
Como todos sabemos en el SIDA hay un daño en el sistema inmunológico. Pues bien, el sistema inmunológico requiere un constante suministro de nutrimentos para funcionar adecuadamente. Lamentablemente los pacientes con SIDA tienen varios problemas funcionales u orgánicos para que su sistema inmunológico obtenga la nutrición idónea que requiere.
Uno de los obstáculos más frecuentes e importantes, es la infección del tracto gastrointestinal y la degradación muscular promovida por el progreso de la infección. Es mucho más fácil instituir la terapia nutricional al inicio del SIDA que una vez que se ha desarrollado. Está demostrado que más del 29 % de los individuos HIV positivos están deficientes en uno o más de los nutrimentos antioxidantes, incluyendo aquellos que toman complementos nutricionales (J.H. Skurnick et al, “Micronutrient profiles in HIV-1 Infected Heterosexual Adults”, J AIDS Human Retrovirol 12, 1996:75-83). Este perfil sanguíneo nutricional puede contribuir a su vez al progreso del SIDA, porque los antioxidantes previenen la replicación viral, mientras que las reacciones oxidantes tienden a estimular al virus (F.J. Staal et al. “Glutathione deficiency and HIV infection” Lancet 339, 1992:909-912).
Los antioxidantes desacelerar el progreso de HIV
De todos los antioxidantes conocidos en la actualidad, que muestra una actividad prometedora en desacelerar el progreso de HIV positividad a SIDA, la vitamina E es la que ha tenido los efectos más consistentes y más grandes (A.M. Tang et al, “Association between serum vitamin A and E levels and HIV-1 disease progresión” AIDS 11, 1997:613-620). En un estudio clínico, los individuos con los niveles más altos de vitamina E en su sangre mostraron un 34 % de disminución en el riesgo del progreso al SIDA comparando con aquellos con los niveles más bajos (Y Wang and R.R. Watson, “Potential therapeutics of Vitamin E in AIDS and HIV” Drugs 48, 1994:327-338).
Con relación a la vitamina C, podemos decir que también se ha demostrado que este antioxidante tiene efectos benéficos contra la replicación del virus del HIV (7) y que una complementación nutricional de unos 3,000 mg puede aumentar los niveles de glutatión en sujetos sanos así como en los HIV positivos y pacientes con SIDA (C. J. Jonson, C.G. Meyer Srilakshmi. “Vitamin C elevates red blood cell glutathione in healthy adults” Am J Clin Nutr 58, 1993:103-105).
Las deficiencias nutricionales
La deficiencia de vitamina A es muy común en los individuos que sufren de SIDA y está claramente asociada con un nivel disminuido de células T auxiliares – una de las características primordiales del SIDA 17. Ya se han realizado varios estudios clínicos donde se ha confirmado que los complementos nutricionales de betacaroteno producen efectos positivos sobre la función inmunológica en ambos en los HIV positivos y en los pacientes con SIDA (D.A. Fryburg et al “The effect of suplemental beta-carotene on immunologic indices in patients with AIDS: A pilot study” Yale J Biol Med 68, 1995:19-23).
Por otro lado, dentro de la medicina nutricional, la complementación con selenio es una necesidad absoluta en el tratamiento de los pacientes HIV positivos y los pacientes con SIDA. La complementación nutricional con selenio aumenta en forma significativa la actividad de una enzima llamada glutatión peroxidasa en los sujetos HIV positivos (M.C. Delmas-Beauvieux et al “The enzimatic antioxidant system in blood and glutathione status in HIV-infected partients: effects of supplementation with selenium or beta-carotene” Am J Clin Nutr 64, 1996:101-107).. Además, varios estudios clínicos han demostrado que el estado del selenio es un determinante mayor de que tan rápido progresará la positividad del HIV a SIDA (C. Allavena et al “Relationship of trace element, immunological markers and HIV-1 infection progresión” Biol Trace Elem Res 47, 1995:133-138).
Las deficiencias de minerales
Dentro de los minerales, el zinc está deficiente en casi todos los pacientes con SIDA. Además se ha confirmado que los complementos nutricionales con zinc reducen la incidencia de las infecciones oportunistas que sufren los que tienen SIDA (E Mochegiani et al. “Benefit of oral zinc supplementation as an adjunct to AZT therapy against oportunistic infections in AIDS” Int J Immunopharmacol 17, 1995:719-727).
Se ha detectado igualmente niveles bajos de vitamina B-6 en los pacientes HIV positivos. La falta de vitamina B-6 se relaciona con una disminución de la función inmunológica (M.K. Bum et al., “Association of vitamin B-6 status with parameters of immune function in early HIV-1 infection” AIDS 4, 1991:122-132).
En otro grupo de nutrimentos, el de lo aminoácidos, hemos visto que los pacientes con SIDA se encuentran frecuentemente bajos, en la células y en la sangre (C. De Simone et al. “Carnitine depletion in peripheral blood mononuclear cells from patients with AIDS: effects of oral levocarnitine”, AIDS 8,1994:655-660).. Se he demostrado que la levocarnitina previene la toxicidad de la AZT en las células musculares41. La AZT daña a la mitocondria del músculo, llevándonos a una producción anormal de energía dentro del músculo, lo cual se manifiesta como dolor y fatiga musculares.
Ácido alfa lipóico es el antioxidante ideal
Podríamos pensar que el ácido alfalipóico es el antioxidante ideal porque es soluble en ambos, en el agua y en la grasa, porque trabaja dentro y fuera de las células, porque participa en el ciclo redox (reducción-oxidación) al desbaratarse en Ácido Dehidrolipóico, el cual recarga a otros importantes antioxidantes y elimina varios radicales libres y especies de oxígeno reactivo. Juntos, el equipo es efectivo contra casi todas las especies de radicales libres. Otra característica que tiene el ácido alfalipóico es que también acaba con los radicales libres hidroxilo e hipoclorosos. Inclusive el ácido alfalipóico puede parcialmente reemplazar la necesidad dietética de las vitaminas E y C.
Algunos investigadores Alemanes estudiaron los efectos de la complementación nutricional con ácido alfalipóico en 12 pacientes HIV positivo. Después de 14 días de estar tomando este complemento alimenticio, se encontraron los siguientes resultados:
Los niveles de glutatión
Los marcadores de la peroxidación lipídica plasmática disminuyeron en todos los pacientes. Los niveles de glutatión y de ascorbato en el plasma, aumentaron en todos los pacientes y las células T-auxiliares (T-helpers) aumentaron en 6 pacientes.
Por otro lado, se encontró que en células cultivadas, el ácido alfalipóico previno la replicación del VIH y la activación del factor de transcripción NF-kappa B, el cual es regulado por el estrés oxidativo. Para aquellos que no lo saben, el estrés oxidativo también está involucrado en la inmunosupresión y la promoción e iniciación de tumores (Buhl R., Jaffe H.A. et al. Glutathione deficiency and HIV. Lancet (1990) 335: 546).
En otros países se han hecho estudios. Investigadores Japoneses también han demostrado los efectos inhibitorios del ácido alfalipóico contra la replicación del HIV confirmando que el ácido alfalipóico y la N-acetilcisteína deprimen en forma significativa la actividad de reproducción del HIV-1 (Legrand-Poels, S. Vaira, D. et al. Activation of Humn Immunodfeficiency Virus Type 1 by oxidative stress. AIDS Res Human Retrovir (1990) 6: 1389-1397).